CAMPO DE BATALLA
Saber de cierto que la guerra está perdida
mas aún quedan batallas por librar.
Las pocas armas que me quedan he de usar.
Y aunque con ganas de dejar ya la partida
no pienso retirarme sin luchar.
Y no habrá rendición.
Y no habrá huida.
Y mi victoria será no renunciar.
Serpiente de ojos negros, zigzaguea
y muérdeme en el alma a traición.
Que no sienta mi cuerpo la pelea
del impotente reo en su prisión.
Colmillos de cristal, cuerpo de fuego
que quema como el frío de la nieve;
Infame y doloroso es tu trasiego;
Al ritmo del reloj tu piel se mueve.
Deja tu huella en mí sin darme cuenta.
Que sea un sueño azul tu picadura
y no una pesadilla negra y cruenta.
Dulce caricia de tu dentadura.